Día de la
Soberanía Nacional
¿Qué pasó en la Batalla de la Vuelta de Obligado?
El 20 de noviembre
de 1845 se produjo la batalla de la Vuelta de Obligado sobre el río Paraná, en
la zona de San Pedro, un enfrentamiento entre la Confederación
Argentina, comandada por Juan Manuel de Rosas, y una escuadra anglofrancesa que
pretendía controlar la navegación de los ríos.
El conflicto se
desencadenó en paralelo a la tensión que existía en la Banda
Oriental desde 1838 entre las dos facciones políticas
dominantes: los blancos, comandados por Manuel Oribe,
aliado de Rosas, y los colorados, seguidores de Fructuoso
Rivera, apoyados por los unitarios, el Imperio de Brasil, Inglaterra y
Francia.

El general Mansilla
estuvo al frente de esta resistencia: ordenó desplegar alrededor de 160 cañones
en la margen derecha del río, hizo tender tres gruesas cadenas de costa a costa
—apoyadas en más de veinte lanchones, muchos de ellos cargados de explosivos— y
dispuso, en ambos lados de la costa, a cuantiosas milicias integradas
principalmente por gauchos, acompañados también por mujeres. Tras
casi ocho horas de combate, triunfó la flota anglofrancesa, que ocasionó un
número considerable de muertos y heridos en las filas de la Confederación. Sin
embargo, se trató de un triunfo militar que no pudo ser capitalizado
políticamente: en distintos puertos del río Paraná la flota anglofrancesa
fue resistida y sus productos no fueron aceptados para el intercambio
comercial.
Aún más, el poder
de Rosas resultó fortalecido tras este episodio, a tal punto que, años más
tarde, la soberanía de la Confederación fue reconocida a través del tratado
Arana-Southern con el Reino Unido (1849) y del Tratado Arana-Lepredour con
Francia. Ambos tratados reconocieron la soberanía de la Confederación
Argentina sobre los ríos y pusieron fin al bloqueo del puerto de Buenos Aires.
La batalla de la
Vuelta de Obligado tuvo una enorme repercusión en el continente: la
resistencia popular fue elogiada con creces por haberse enfrentado a las
potencias extranjeras más poderosas de ese entonces. Cada 20 de noviembre
se conmemora justamente esa tenaz resistencia popular, como así también el
derecho de nuestro país de tomar decisiones autónomas.
Algunos videos sobre el tema
Recordemos esta fecha con este poema
Campo de gloria
Allá al fin de la Vuelta, donde ya por vez última
Refleja el Paraná campesinas barrancas,
Gira en hondos remansos, y sesgado al oriente,
Por el dédalo isleño se desliza hacia el Plata,
Viejo campo de gloria la heredad solariega
Tiende en prados y bosques y tersura de aguas,
Donde, pronto hará un siglo, combatientes heroicos
Defendieron la Vía primordial de la patria.
Si en defensa del paso, baterías ligeras
Tuvo el jefe argentino que oponer a la escuadra,
No apocó a sus valientes esa lucha imposible
Del cañón de marina y el cañón de campaña.
Y alza aquí su baluarte, cierra ahí nuestro río
Con la triple cadena de su puente de barcas,
Y contiene a las naves con tormenta de fuego
Mientras queda un soldado, y un cañón, y una bala…
¡Pasa, quilla extranjera: será breve tu orgullo!
Del arrojo tremendo, del martirio sin tacha,
Diga sólo la Historia. “Fueron mil defensores,
Y quinientos, aquí, para siempre descansan”…
¿Qué importa que los héroes arbolaran tu insignia,
Roja Federación que ese día eras santa?
¡Vergüenza al argentino que no estuvo, en su hora,
Con el “tirano” criollo frente al gringo pirata!
Hoy, pacíficas naves van por ti, río inmenso,
Y apoyáis altos muelles, nemorosas barrancas,
Que a colmar las bodegas, para el hambre del mundo,
Desde aquel llano fértil al canal se adelantan.
Nada es eco de antaños, ni recuerda que un día
Fueran campo de horror estos campos de gracia.
Sólo, acaso, el labriego, su azadón virgiliano
Mella en huesos antiguos y en herrumbre de armas.
Ni más piden los bravos, su laurel ya ceñido,
Pues cayeron en pro de la tierra sagrada,
Y hoy, llamada a respeto, sabe la ávida Europa
Que no es cosa de nadie nuestra próvida Pampa.
Mas, la Patria no olvide que allanó a su bandera,
Con derrota fecunda, la victoria cercana,
Esa hueste indomable que luchó en Obligado
Y que duerme a la sombra de una cruz solitaria…
Carlos Obligado
Algunos videos sobre el tema
- La Asombrosa Excursión de Zamba en Vuelta de Obligado https://www.youtube.com/watch?v=NP7VQTB-lQM
- Vuelta de Obligado.Canal Encuentro https://www.youtube.com/watch?v=faP2Mu8bFH4
- Breve sobre Juan Manuel de Rosas y la Vuelta de Obligado https://www.youtube.com/watch?v=UgEb8dm1cDU
- Escenas de la película argentina “ROSAS”, referentes al contexto en que se llegó a la batalla de la Vuelta de Obligado. https://www.youtube.com/watch?v=6S_lFIU3me0
Recordemos esta fecha con este poema
Campo de gloria
Allá al fin de la Vuelta, donde ya por vez última
Refleja el Paraná campesinas barrancas,
Gira en hondos remansos, y sesgado al oriente,
Por el dédalo isleño se desliza hacia el Plata,
Viejo campo de gloria la heredad solariega
Tiende en prados y bosques y tersura de aguas,
Donde, pronto hará un siglo, combatientes heroicos
Defendieron la Vía primordial de la patria.
Si en defensa del paso, baterías ligeras
Tuvo el jefe argentino que oponer a la escuadra,
No apocó a sus valientes esa lucha imposible
Del cañón de marina y el cañón de campaña.
Y alza aquí su baluarte, cierra ahí nuestro río
Con la triple cadena de su puente de barcas,
Y contiene a las naves con tormenta de fuego
Mientras queda un soldado, y un cañón, y una bala…
¡Pasa, quilla extranjera: será breve tu orgullo!
Del arrojo tremendo, del martirio sin tacha,
Diga sólo la Historia. “Fueron mil defensores,
Y quinientos, aquí, para siempre descansan”…
¿Qué importa que los héroes arbolaran tu insignia,
Roja Federación que ese día eras santa?
¡Vergüenza al argentino que no estuvo, en su hora,
Con el “tirano” criollo frente al gringo pirata!
Hoy, pacíficas naves van por ti, río inmenso,
Y apoyáis altos muelles, nemorosas barrancas,
Que a colmar las bodegas, para el hambre del mundo,
Desde aquel llano fértil al canal se adelantan.
Nada es eco de antaños, ni recuerda que un día
Fueran campo de horror estos campos de gracia.
Sólo, acaso, el labriego, su azadón virgiliano
Mella en huesos antiguos y en herrumbre de armas.
Ni más piden los bravos, su laurel ya ceñido,
Pues cayeron en pro de la tierra sagrada,
Y hoy, llamada a respeto, sabe la ávida Europa
Que no es cosa de nadie nuestra próvida Pampa.
Mas, la Patria no olvide que allanó a su bandera,
Con derrota fecunda, la victoria cercana,
Esa hueste indomable que luchó en Obligado
Y que duerme a la sombra de una cruz solitaria…
Carlos Obligado
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